Los vivos, los amantes, los rebeldes, los locos, los luchadores, los pasionales, los sensibles, los mágicos.

martes, 17 de agosto de 2010

Pasiones de gitanos

La noche donostiarra era negra
casi tanto
como el Golfo de México.

La noche del Domingo
estaba bañada
en crianza y plástico.
Besos a medias...
¿Una última copa?
Si confías en mí
para.

Ah! Paris la nuit.
Por vez primera
dormía acompañada
de testosterona y barbas.

¿Qué será
de esta pobre infeliz
el resto de noches
que han de llegar?
Me he vuelto muy perra,
pero el alcohol ya
no me dispara.

martes, 3 de agosto de 2010

Fornida

Mi hermana tiene 14 primaveras. Aunque más bien ella, en todo su conjunto, es la Primavera.
Rubia, de ojos azulados, labios irregulares (por un accidente del que yo fui partícipe cuando éramos unas criaturitas), cuerpecillo de sirena, discreta, responsable y muy inteligente. Todo lo contrario a lo que soy yo. La Noche y el Día conviviendo bajo el mismo techo.
He de reconocer que siempre la he envidiado por ser tan maravillosa sin proponérselo. La rabia me reconcomía y le hacía la vida imposible. Piques fraternales. ¡Qué les voy a contar que no sepan!
Hace algún tiempo comencé a preocuparme por la forma en la que mi hermanita respondería al ataque hormonal y social de la pubertad. No quería que perdiera su chispa.
Por desgracia, la pobre entró en la adolescencia con mal pie. Ha estado gravemente enferma durante 7 meses, teniendo que dejar de asistir al instituto y de salir con sus amigas.
Durante éste tiempo algo ha cambiado en ella. Dicen que el dolor es el motor de aprendizaje de la vida. Sin duda, ha madurado mucho. Pero también se nota su pequeño aislamiento social en éstos meses. Su grupo de amigos ha cambiado sus aficiones de niños por otras en las que aparentan ser mayores.
Mi hermana viene constantemente quejándose de que sus "amigas" sólo hablan de chicos, de maquillaje, de irse de botellón, de fumar, de tacones y de escotes. Y se aburre. Ellas son el prototipo de la SuperPop y mi hermana el del Jueves.
Ahora la observo orgullosa y admirada, porque tengo la seguridad de que no es una niñata. Adoro cuando se acerca y me deja ser su confidente o cuando se interesa por mi vida fuera del ámbito doméstico. Se me cae la baba a chorros, no lo niego, cuando la veo meter las naricillas en el activismo que intenta cambiar el mundo. Sé que llegará muy lejos. Y no es porque sea mi hermana, es porque ha nacido con talento.
Inconscientemente me intento reflejar en ella cuando yo tenía 14 años. Yo sólo pensaba en chicos, en irme de botellón, en maquillaje, en fumar, en escotes y tacones. Era una niñata SuperPop. Hasta que vino alguien y me abrió los ojos. Empecé a invertir mi tiempo en algo más útil. Mis aficiones cambiaron por completo.
Mi hermana de 14 años tiene la mentalidad que tenía yo con 16, pero sin tanto desfase de fin de semana.
Me cae bien mi hermana, sí señores. Y me sopla esperanzas de que las futuras generaciones no tienen el cerebro lleno de paja.

lunes, 2 de agosto de 2010

Ongi etorri

Aún tengo la resaca de Ondarreta. Mi pelo está recién tintado y huele a productos químicos. El tobillo derecho se adorna con cascabeles y pimientos.
Anoche me dí un revolcón bestial con las musas, y hoy están todas durmiendo. Mejor callar cuando no se tiene nada bueno que decir.

ANTES DEL ODIO




Beso soy, sombra con sombra.

Beso, dolor con dolor,

por haberme enamorado,

corazón sin corazón,

de las cosas, del aliento

sin sombra de la creación.

Sed con agua en la distancia,

pero sed alrededor.



Corazón en una copa

donde me lo bebo yo

y no se lo bebe nadie,

nadie sabe su sabor.

Odio, vida: ¡cuánto odio

sólo por amor!



No es posible acariciarte

con las manos que me dio

el fuego de más deseo,

el ansia de más ardor.

Varias alas, varios vuelos

abaten en ellas hoy

hierros que cercan las venas

y las muerden con rencor.

Por amor, vida, abatido,

pájaro sin remisión.

Sólo por amor odiado,

sólo por amor.



Amor, tu bóveda arriba

y no abajo siempre, amor,

sin otra luz que estas ansias,

sin otra iluminación.

Mírame aquí encadenado,

escupido, sin calor,

a los pies de la tiniebla

más súbita, más feroz,

comiendo pan y cuchillo

como buen trabajador

y a veces cuchillo sólo,

sólo por amor.



Todo lo que significa

golondrinas, ascensión,

claridad, anchura, aire,

decidido espacio, sol,

horizonte aleteante,

sepultado en un rincón.

Esperanza, mar, desierto,

sangre, monte rodador:

libertades de mi alma

clamorosas de pasión,

desfilando por mi cuerpo,

donde no se quedan, no,

pero donde se despliegan,

sólo por amor.



Porque dentro de la triste

guirnalda del eslabón,

del sabor a carcelero

constante, y a paredón,

y a precipicio en acecho,

alto, alegre, libre soy.

Alto, alegre, libre, libre,

sólo por amor.



No, no hay cárcel para el hombre.

No podrán atarme, no.

Este mundo de cadenas

me es pequeño y exterior.

¿Quién encierra una sonrisa?

¿Quién amuralla una voz?

A lo lejos tú, más sola

que la muerte, la una y yo.

A lo lejos tú, sintiendo

en tus brazos mi prisión,

en tus brazos donde late

la libertad de los dos.

Libre soy. Siénteme libre.

Sólo por amor.


Miguel Hernández