Los vivos, los amantes, los rebeldes, los locos, los luchadores, los pasionales, los sensibles, los mágicos.

jueves, 27 de enero de 2011

Los barrenderos- Herta Müller

La ciudad está impregnada de vacío.
Un coche me atropella los ojos con sus faros.
El conductor maldice porque no se me ve en la oscuridad.
Los barrenderos están de servicio.
Barren las bombillas, barren las calles fuera de las ciudades, barren el vivir de las viviendas, me barren las ideas de la cabeza, me barren de una pierna a otra, me barren los pasos al andar.
Los barrenderos me envían luego sus escobas, sus magras escobas saltarinas. Los zapatos se me alejan taconeando.
Y camino detrás de mí, caigo fuera de mí, por sobre el borde gris de mis pensamientos.
A mi lado ladra el parque. Las lechuzas se comen los besos que han quedado en los bancos. Las lechuzas ni me miran. En la maleza se acurrucan los sueños cansados, hartos de trajinar.
Las escobas me barren la espalda porque me apoyo demasiado contra la noche.
Los barrenderos hacen un montón con las estrellas, las barren en sus palas y las vacían en el canal.
Un barrendero le dice algo a otro barrendero, que se lo dice a otro y éste también a otro.
De pronto los barrenderos de todas las calles hablan a la vez. Yo paso por entre sus gritos, por entre la espuma de sus voces, me quiebro, me precipito al abismo de los significados.
Camino a grandes pasos. Me quedo sin piernas al caminar.
El camino ha sido barrido.
Las escobas me caen encima.
Todo da un vuelco.
La ciudad va por el campo a la deriva, hacia algún  punto.

¿Conjeturas universales?

¿Yo soy mi cabeza?
Spiral out.
Fibonacci y su serie numérica que describía el Universo.
Conjunto de números que forman una espiral.
El Todo está configurado por la serie.
Los Seres Vivos, bellos y diversos; las piedras, el agua, el olor del viento...
Nosotros mismos. Nuestro complejo organismo cálido. Así las neuronas. Entonces nuestros pensamientos son espirales perfectas.
Diminutas espirales que dan- o quitan- el sentido de lo que percibimos.
¿Fibonacci hizo un serial de sus propios pensamientos? ¿Sus espirales mentales se serializaron a sí mismas?
Espirales infinitas.
El Todo es espiral y se expande hacia fuera. También la Nada.
Somos lo diminuto dentro del complejo gigante del Cosmos.
Luna, Sol, constelaciones, cinturones, meteoritos, estrellas, la vía Láctea... Lo que creemos ver en la noche.
El humo tan blanco como el satélite que brilla esta noche. Siéntelo. Siente como, al cerrar los ojos, todo gira en este mecanismo de esferas de cristal perfectas.
La esfera es la figura perfecta.
Descalza. Tus dedos se aferran al suelo.
Te sientes parte (ínfima) del Todo. Y tú misma avanzas en la armonía interestelar.
Un escalofrío. Sí. Estás viva.
Las espirales neuronales relucen multicolor en la oscuridad: ÉSTE ES TU MOMENTO.
Ahora que eres el engranaje, aprovéchalo.
No llegas a comprender más que parcialmente, pero lo intuyes con bastante precisión.
Deja a un lado las nimiedades.
¡Vive! ¡Siente! ¡Disfruta! ¡Mejora!
¡Vive! ¡Vive! ¡Vive!

Por la razón que sea, existes. Eres consciente de que existes; pero sabes muy bien que es un cortísimo periodo de tiempo y un día ya no estarás- Tus huellas se borrarán del mapa del Universo. Y tu paso será tan breve como insignificante.
La serie continuará su curso sin altercados.
Las espirales se expandirán más y más.
Y el Universo girará infinito. Infinito.
Bello e infinito.
Infinitamente bello.
Espirales. Números. Esferas de cristal.

San Canuto

Tocada, ¿hundida?
No, eso no.
Ya me hundiste hasta
el vientre de lava
hace un año.
Por suerte, me bebí tantas noches
que las neuronas encargadas de
hacerme llorar
se fundieron como horquillas.
Jodido cáncer.
Metástasis.
Malasangre.
Y la nada. Y el vacío. C'est finie.
Regresa el nihilismo
y el miedo a la soledad.
No quiero recaer ahora que brilla el Sol sobre
el hormigón carcelario.

Vomiting blood

La eternidad elevada al infinito.
Menos que nada es cero.
Enamorada a diario en el metro.
Hago el amor salvajemente en los vagones
-y los viajeros de caras largas ni nos ven siquiera-
cada vez con un hombre distinto,
todos desconocidos.
Chernobyl es un copia y pega mal redactado.
¿Lo estoy mandando todo a la mierda?
Quizás.
Me siento terrible y pletórica al mismo tiempo.
Chinaski me reta al alcoholismo.
-¡Joder, tía! Te apesta el aliento.
Lavabos de sangre y restos de comida.
Amores... muy perros.

domingo, 2 de enero de 2011

Entrevista a Alexis de Tocqueville

Con motivo de la reciente publicación del libro “La democracia en América”, su conocido autor Alexis de Tocqueville ha tenido la amabilidad de acercarnos un poco más al contenido de la obra, profundizando especialmente en la prensa y en el sistema democrático. Éstas han sido las respuestas del pensador, jurista, político e historiador francés.


P: Uno de los capítulos de su libro está enteramente dedicado a desgranar la libertad de prensa en los Estados Unidos. Díganos, ¿cuál es su opinión personal sobre la libertad de prensa?

R: Creo que la libertad de prensa es un arma de doble filo. Es de sobra conocido el poder que ejerce la prensa sobre las opiniones políticas, pero también sobre la propia opinión de los hombres: he aquí su peligro. La opinión de un solo hombre- al margen de que lleve razón o no- puede ser tomada como propia por todo un país. El problema no es la libertad de prensa en sí, es el mal uso que se hace de ella. Ha sido llevada a los dos extremos. Para que contase con mi total apoyo debería hallarse en un punto intermedio, pero ¿quién podría definir el lugar de ese punto?



P: Entonces, ¿estaría de acuerdo en establecer la censura en algunos casos?

R: ¡De ninguna manera! Todo hombre tiene el derecho de expresarse libremente siempre y cuando sus palabras no pasen el margen del respeto hacia el sistema democrático. La censura es impensable en una democracia.



P: ¿Cuáles son las principales diferencias que observó entre la prensa estadounidense y la francesa? ¿Y las similitudes?

R: El idioma (risas). Dejando a un lado las bromas, una de las cosas que más me impactó fue la distribución del espacio en los periódicos. Me explico: la prensa americana destina unas tres cuartas partes a la publicidad, cediendo un lugar bastante restringido a la opinión política. Todo lo contrario a la prensa francesa, que ofrece espaciosos escritos de discusiones políticas bastante acaloradas. Otra diferencia que llamó mi atención fue la extensa distribución del poder periodístico en Estados Unidos; debido quizás a la facilidad para crear periódicos. En Francia, éste poder se encuentra mucho más centralizado.

La principal similitud es que ambos atacan duramente al gobierno.

P: A nivel electoral en la democracia americana, ¿quiénes son los representantes elegidos por el pueblo?

R: Al contrario de lo que se pueda pensar no son los hombres más brillantes. La igualdad de condiciones que ofrece un país como la Unión hace que todos los hombres puedan alcanzar el poder, y hablo de todos, incluso el vecino que ha pasado la vida deslomándose a trabajar codo con codo contigo. Por éste motivo y la mayor facilidad que tienen de corromperse una vez que llegan al poder, los americanos se sienten recelosos y no les ceden su voto.



P: Para terminar, ¿cuál cree que es la razón que diferencia tanto el electorado de los estados del norte y los del sur?

R: Me remitiré al caso de Nueva Inglaterra. Allí se construyeron las bases sociales sobre el respeto de la superioridad intelectual y la moral, la libertad y la educación recibieron una gran influencia religiosa desde los primeros asentamientos en esas tierras. Los estados del sur brillan por la escasez del talento de sus gobernantes, debido quizás a que esas tierras fueron pobladas por aventureros y oportunistas.



P: Merci beaucoup monsieur Tocqueville.

R: De rien, mademoiselle. Au revoir!


Entrevista imaginaria para Sociología (17-XI-2010)

La oferta televisiva en España: ¡queremos mucho y muy malo!

El reflejo de una silueta en un salón de estar. Tiene un mando a distancia en las manos, y su dedo pulgar se flexiona y contrae mecánicamente en busca de entretenimiento. Imágenes y sonidos se mezclan rápidos a medida que pasan los canales, hasta que por fin, el espectador para y se queda ensimismado con la programación de un canal en concreto. Ésa silueta somos cada uno de nosotros en nuestro tiempo libre. Todos somos telespectadores, consumistas del medio audiovisual. ¿Qué tendrá la televisión que nos gusta tanto? ¿Qué le pedimos a la televisión? Y lo que es más importante, ¿qué nos ofrece?


Según un informe de Corporación Multimedia, los españoles consumimos 14 minutos más de televisión al día que hace cinco temporadas, pasando de los 225 minutos a 239 en el periodo comprendido entre 2005/2006 a 2009/2010. Pero a estas casi cuatro horas diarias hay que sumarle el uso de Internet para disfrutar de los productos televisivos, cada vez más en auge, pues las principales cadenas del medio apuestan fuerte por la distribución de sus productos en la web, en un marco de consumo “a la carta”. El espectador puede deleitarse con el contenido cómo y cuando quiera. Café, postre y bebida incluidos.

Los mayores contribuyentes al incremento de este cuarto de hora en la pequeña pantalla, por grupos, han sido los hombres (que duplica al grupo de mujeres) de 45-64 años y los más pequeños, de 4 a 12 años.

Una combinación de factores han hecho posible este aumento, pero casi todos los expertos coinciden en señalar el papel importante de la diversificación de canales gratuitos en los últimos años, ya que la televisión de pago se mantiene más o menos estable. Respecto a la mayor presencia de hombres, hay quien lo vincula a la programación de Cuatro y La Sexta, con su oferta deportiva y de ficción. También hay quien señala como culpable a la crisis económica (“La Crisis”: el escupidero de nuestros días y la cruenta madre de todos nuestros males), considerando la televisión como un entretenimiento rentable y consuelo de los parados.

Resulta innegable que el nacimiento de nuevos canales con la TDT también ha sido fundamental en este proceso. Se podría establecer una relación entre el aumento del consumo de los más pequeños y la emisión en abierto de los canales dedicados especialmente al público infantil. Los grandes protagonistas entre el público infantil (el público más honesto y exigente, por cierto) son Clan y Disney Channel, que han imantado a los niños frente al televisor mientras los padres les dejan ver ésos canales con más tranquilidad, pues han sido diseñados específicamente para ellos. Sumémosle la actual moda casi enfermiza de Hannah Montana, Camp Rock o Bob Esponja, los profetas de los imberbes.

Con la llegada de más canales, las televisiones han tenido que producir más contenidos y más baratos. Eso ha rebajado la calidad de la oferta televisiva y ha provocado que los más formados y con mayores ingresos muestren mucho menos interés. Pan y circo.

Los estudios más recientes confirman que el nivel de consumo o la abundancia de oferta no se corresponden con un alto índice de satisfacción del público, que la percepción de calidad es menor entre las personas de mayor nivel educativo, que las cadenas generalistas no presentan de diferencias significativas en la valoración por parte de la audiencia, y, finalmente, que buena parte del público muestra preocupación con los contenidos televisivos y sus efectos en la sociedad.

En parte, esta paradoja se ha producido porque el elevado nivel de consumo tiende a asociarse con una alta satisfacción del público. Fatal error. Además, no existe un interés comercial por parte de las cadenas para reflejar aspectos de la programación mal valorados, quejas referidas al exceso de publicidad, o públicos descontentos.

Los últimos estudios realizados por Demoscopia para Sogecable sobre los suscriptores a sus canales de pago, indagan en nivel de satisfacción respecto a la programación.

La respuesta de los entrevistados ha sido clara. Buscaron televisiones de pago porque, en un principio, la oferta de los canales gratuitos era escasa y partidista. Con la aparición de nuevos canales aparece la posibilidad de elección (que en sí misma es un elemento de calidad muy valorado por el público). Pero pese al aumento de la oferta y del consumo, la percepción de calidad no ha mejorado sustancialmente.

Dicha percepción no es uniforme: tiende a disminuir entre los jóvenes, los cuales

disponen de más productos sustitutivos, y entre las personas con mayor nivel educativo ya que la oferta suele adecuarse al mínimo denominador cultural de la audiencia. Quizás en este mínimo encontremos la clave del fenómeno Belén Esteban, caricatura grotesca idolatrada por el público.

¿Y si probasen a eliminar contenidos inútiles y mejorar la programación?

 
 
Artículo de opinión para Teoría de la Empresa Informativa (22-XII-2010)

Proxenetas lingüísticos, hipócritas políticos

Vivimos en un mundo en el que los significantes han acabado con los significados. Un mundo en el que las palabras se han prostituido a las órdenes de quien ha estado dispuesto a comprarlas. No son mentiras, sólo es el uso de símbolos vacíos de significado.




Los políticos nos tienen acostumbrados a una serie de trampas en el lenguaje, las cuales, han derivado en que les retiremos toda nuestra atención. Se puede pensar que es su trabajo, que utilizan la mentira para ganar dinero como un carpintero usa una sierra. Efectivamente, eso es lo que pasa, pero no debería ser así. Algunos opinan que la política es dialéctica, y la dialéctica son palabras. El filósofo y lingüista J. A. Marina defiende la belleza y la necesidad de una “palabra ganada” cuando todos gastamos y desgastamos tantas. Estamos entonces ante marionetas, Pinochos empedernidos, que violan las palabras y prefieren ganar un voto antes que un vocablo.



Hoy en día, en la práctica política lo que se ha puesto de moda son, entre otras, dos palabras fetiche completamente prostituidas, conocido de antemano su fantástico funcionamiento y presencia en todos los discursos: libertad y democracia.



Si se quiere cometer cualquier barbaridad pero a la vez quedar bien, se ha de hacerlo bajo la bandera de la libertad. Bajo esa bandera invaden países los Estados Unidos y te meten la mano por el culo en los aeropuertos. Pero si esta bandera ampara a los sádicos, tampoco puede ser tan malo, ¿no?



El partido de Berlusconi en Italia, se llama 'Il Popolo della Libertà (PDL)'. No sé a qué libertad se referirá nuestro amigo Silvio, supongo que será a la suya puesto que debería estar en la cárcel; que lo haga el presidente es el mejor modo de dar ejemplo. Una persona con casi 80 juicios pendientes e innumerables denuncias a sus espaldas, que evade continuamente la prisión, se cree con la libertad como forma de vida. ¿De qué libertad podrida y envenenada habla Berlusconi? ¿Eso se considera libertad? Desde luego no en mi diccionario.



La otra bandera, la de la democracia, se usa para llevar a cabo las acciones más antidemocráticas que cabrían en un país. Y la gente se lo cree.



- ¿Pero cómo se te ocurre ilegalizar un partido?



- Es que lo hago en nombre de la democracia.



- Ah, entonces vale.



Por esa misma regla de tres deberíamos disolver el parlamento español visto que se les come la lengua el gato cada vez que se les pregunta por el Sahara Occidental, por Iraq o por Afganistan y aprueban leyes que permiten que se sigan vendiendo armas a Marruecos, Israel y una larga lista de países centroafricanos que están inmersos en conflictos bélicos o denunciados por no respetar los derechos humanos.



Por muy sucio que jueguen los políticos, no son los culpables. Estamos ante un caso de mea culpa. Si se hinchan como pavos, es porque con el alpiste de nuestro “ver, oír y callar” les mantenemos ahítos. Retirémosles nuestro apoyo, se quedarán entonces con el rabo entre las piernas, lloriqueando.



Para seguir buscando culpables podríamos ir a la otra parte de la mentira, los periodistas. Varios autores, columnistas y líderes de opinión en general de diferentes medios convergen en opinar que la labor que hoy en día desempeñan los periodistas es muy pasiva. Que se limitan a ir a las ruedas de prensa con una grabadora y reproducir lo que han grabado, exponiendo a la ciudadanía directamente los discursos políticos. Les culpan de no cumplir con esa labor de filtro que se espera de ellos.



Esto es mejor verlo con un poco de perspectiva: ¿Cuánto cobran esos periodistas? ¿Qué condiciones laborales tienen? Probablemente si no cobrasen esas miserias ni tuvieran unas condiciones laborales tan precarias harían mejor su trabajo. Por 300 euros son muchos los que no se complican la vida y le dan al play sin pensar. Antes de escupir sobre ellos todo el veneno y todas las culpas, habría que ver en qué condiciones se realiza este trabajo que, probablemente, ni se asemejen a las que tienen ésos columnistas y líderes de opinión que tanto les critican.



Entonces, ¿de quién es la culpa? De los políticos y de los periodistas, y de los fontaneros, de los fruteros, de los administrativos, de los profesores... de cualquiera que lo escuche, que se lo crea sin reflexionar y que encima empiece a utilizar esas palabras con el nuevo significado que le han dado sus proxenetas.



Todo esto como aviso al golpe (otro más) que acaba de encajar la libertad de expresión: Berlusconi dueño total y absoluto del grupo Prisa.



Silvio el chulo.



Santillana, El País, La Ser, Cuatro, Canal + y Telecinco sus putitas.

 
Publicado en www.guadadespierta.org (27-XII-2010);   www.lahaine.es (31-XII-2010)