Los vivos, los amantes, los rebeldes, los locos, los luchadores, los pasionales, los sensibles, los mágicos.

martes, 27 de septiembre de 2011

Camals mullats

¡Ah, de la vida!
¿Nadie me responde?
Entonces lo haré yo misma:
Me encanta la vida.
La canción que guardé para la Primavera,
la de los enamorados.
¿Estás enamorada?
No de los hombres - con nombre concreto-
pero sí de la vida, 
de todo lo que conlleva.

http://www.youtube.com/watch?v=z7C6NsbQPe0&list=WLE0DA17086319FA9D&feature=plpp

sábado, 3 de septiembre de 2011

Terciopelo

Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio.
                                                                  Federico García Lorca

viernes, 2 de septiembre de 2011

Oscuro

Un mosquito con las cuerdas vocales limadas chilla bajo tu nuca. Son las cero seis horas y cuarenta minutos, dice una voz que podría ser la del microondas. “Otro puto día igual que el resto”, piensas, “y ni siquiera ha amanecido”. Ducha, café, tacones y pintalabios con legañas que se niegan a darte una visión completa de la mañana. La calle sigue siendo antiestética en la ciudad estática, en esta ciudad donde nada ocurre, nada cambia. Caras largas y pálidas se suman a tu procesión hacia la obligación. A veces te preguntas si siguen vivos o, si bien, les han despojado del alma y son sólo automatismos programados para cumplir su monótona función hasta que ya no sean productivos. Hasta el cielo encapotado de hoy, por el que se cuelan tímidamente dos o tres rayos de un sol de invierno, tiene mejor aspecto que el rostro de la gente.


Un buenos días y te sientas en tu mesa. Frente al ordenador tecleas cifras sin ningún sentido. Un trabajo que no te aporta nada en absoluto, sólo un ligero incremento en la cuenta bancaria a fin de mes para seguir inmersa en el bucle de consumo y más trabajo. Vacío absoluto. Has probado todos los medios que te ofrecía la sociedad para sentirte viva. Y nada. El problema es que no encuentras nada en lo que creer de verdad. La ventana de tu oficina muestra el panorama diario: gente, no personas, caminan arriba y abajo. Dos hombres corren al trasluz de unas luces azules intermitentes, dejando caer discos piratas por los resquicios de una manta ajada. Al cabo de un rato volverán a su puesto, como cada mañana. Sigues tecleando y telefoneando con tu voz más agradable, la más falsa, a posibles clientes. Pasan diez minutos. Los del top manta vuelven a su esquina. De repente notas unos ojos clavados en ti. No hay gesto manipulado, sólo una mirada. Una mirada fija. Inmensa. Oscura, la más oscura que jamás haya caído sobre ti. Contiene los sentimientos del mundo entero en su profundidad, pero en la parte más superficial imita su ausencia. Una mirada impenetrable que te hace estremecer. Bambolea tu cuerpo una sacudida que forja la sensación de que esa mirada va a hacer que todo cambie a partir de ese preciso instante… Se trata de algo nuevo: es una mirada llena de humanidad.

Llegáis a la cafetería más sucia del centro. Huesos roídos de aceitunas y palillos grasientos enmoquetan el suelo, aunque el dueño, hace cálida la estancia con sus historias infinitas y su pelo de plata. Dos cafés bien cargados en la barra. A él no le entusiasma el café pero se lo bebe por no desagradarte. La radio zumba entre las conversaciones de las mesas ajenas. El noticiero de las 6 y una melodía de videojuego de los 80 de fondo. Ente los titulares del día comentan la hambruna del Cuerno de África. Pronuncian la palabra clave: Somalia. Una cortina opaca cubre sus ojos infinitos mientras tú despotricas contra el orden mundial, las consecuencias devastadoras del imperialismo y juras en arameo. Sigue ausente tras la cortina y sabes que está pensando en ella. Bingo.

-Eres fuerte y justa. – Comenta con una media sonrisa- Te pareces tanto a ella…

“Pero yo no soy ella, joder” le quieres escupir. Parece que la rabia va a partir tu cuerpo en dos. El robo de la identidad es la mayor humillación para el individuo. Pero te callas y te fijas en el horizonte del punto más alejado de la cafetería. Tragas saliva.

Es de noche y paseáis por un parque desierto. Manos enlazadas. Un beso robado. Dos. Florece la primavera sobre el césped. Las conversaciones más estúpidas y megalómanas surgen después de hacer el amor. No podría ser de otro modo. Su piel surcada sin piedad por el sol aún conserva las cicatrices del salitre. Yacéis boca arriba.

-¿Cómo es el cielo visto desde el océano?

-Oscuro, muy oscuro. Todo es más oscuro desde una patera. Incluso los sueños.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La rage.

Juventud vivida hace treinta años. El mismo ritmo, el mismo kalimotxo, la misma farlopa y un sentimiento de asco similar. No me des nada si no es veneno. Bienvenido a la orgía dionisiaca que nos permitimos siete días al año y que luego olvidaremos. Porque lo que pasa en ferias, se queda en ferias. Arrastrarlo a la vida normal es un grave error. La virgen puta. Travesuras. Eres un buen momento para morime.
http://www.youtube.com/watch?v=v9VmgbtVMoQ

http://www.youtube.com/watch?v=gSU4MZKzAzQ&feature=related