Los vivos, los amantes, los rebeldes, los locos, los luchadores, los pasionales, los sensibles, los mágicos.

viernes, 24 de agosto de 2012

Si te callo, me consientes.

Y viendo cómo el líquido elemento se desliza violento sobre mis fauces, me sumerjo en universos a los que no pertenezco. Porque duele la no maternidad anunciada. Duelen los catorce años. Duelen haga lo que haga, diga lo que diga. Sigo creyéndome capaz de superar las crisis, de circular en la evolución a la que -aún saltarina y encabritada- no estoy adaptada en absoluto, encajar los golpes, sonreír llena de hematomas. No puedes huir de ti misma, leí o algún idiota me confesó. Jodienda verídica. Los fantasmas continúan mordiéndome, aunque ya comprendo su lenguaje, hemos encontrado el canal comunicativo como un aventurero besa la rosa del desierto. Charlamos tan a menudo que ahora les llamo familia, he aprendido a reconocer sus caras. A reconocerme. Ángeles Terribles. Lloro por lo bello, lo terrible. Si antes era Amèlie, ahora es American Beauty. Volaba asombrada por la ingeniería humana, ahora en low-cost. El destino es el mismo: esa piedra blanca y brillante que arrebata la metonimia, ese diamante de sangre. Me balanceo tan ligera que ni aparezco. Me quitan la piel a tiras los acordes manoseados por la mediocridad - los que repudio-, rasgan ligeros el cielo de las mujeres que admiré, pero ahora no son más que una cifra en mi larga lista de enemigas, lobas en celo, posibles competidoras del macho alfa de mis sueños.
Subconsciente juguetón. Ya me lo dijo sutilmente la canción que atribuí al falso quebradero de cabeza, cobarde con complejos; pero que, en realidad, era una llamada de atención con tu firma. Premonitoria de lo que está sucediendo. ¿Cuántas cosas compartimos sin saberlo? El vinilo de "The Specials", los carteles, las manifestaciones, las noches de loud, la incómoda charla en tu casa, los saludos que nos negamos, los amigos, la cerveza, los cafés envenenados, la música, el anarquismo, el veganismo. ¿Cómo he podido estar tan ciega? Now, I know my love was not for you. He pretendido quererte cuando realmente le quería a él; todo lo que hice iba dirigido a él; todo lo que te di era suyo. Tú tan sólo eres la copia barata, la punta de la punta del iceberg. Él es REAL.

Fragmentos de Viaje a la Alcarria

"Los animales, los eficaces y bellísimos animales, viven en análogo estado de angélica pureza."

 "[...] y deja volar libre la imaginación, que salta, como una torpe mariposa moribunda, rozando, en leves golpes, las paredes, los muebles, la lámpara encendida."

 "La Alcarria, ¿sabe usted?, quiere su agua, ni más ni menos."

 "El ver trasquilar ovejas, en una cuadra más que tibia, ardorosa, y llena de un olor acre, profundo, es sin duda un espectáculo adormecedor, una incitación ancestral que ayuda a poner los mocitos en sazón cuando, sin pararse a ver por qué, se mezclan la cachondería y la crueldad en un remoto, inconfesable hervor de sangre."

 "Dos perros se aman a pleno sol, tercamente, violentamente, descaradamente. [...] Un macho cabrío asoma, erguida la cabeza, profundo el mirar, orgullosa y desafiadora la cuerna, por una bocacalle."

 "Por la Entrepeña se marcha
 -sangre de alacrán- el sol."

"En Pastrana podría encontrarse quizá la clave de algo que sucede en España con más frecuencia de la necesaria. El pasado esplendor agobia y, para colmo, agosta las voluntades; y sin voluntad, a lo que se ve, y dedicándose a contemplar las pretéritas grandezas, mal se atiende al problema de todos los días. Con la panza vacía y la cabeza poblada de dorados recuerdos, los dorados recuerdos se van cada vez más lejos y al final, y sin que nadie llegue a confesárselo, ya se duda hasta de que hayan sido ciertos alguna vez, ya son como un caritativo e inútil valor atendido."

Camilo José Cela

domingo, 19 de agosto de 2012

Mariposas - Silvio Rodríguez

Cabecita blanca,
delgada,
nerviosa.
Siglos atrás
inundaron un segundo
debajo del cielo
encima del mundo.

¡Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno!
Ahora veo mariposas
que ayer sólo fueron humo.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Supernova

¡Qué derroche de verano!
De gasolina plastificada, de voces en falsete de radio.
¡Qué borrachera de juventud!
De noches que se precipitan a la madrugada,
de sueños locos, de soles de color azul.
Porque no hay nada más revolucionario que derrochar en tiempo de austeridad.
Ya pueden pedir consciencia en el gasto,
que a mí nunca me había sobrado tanta vida,
tanto corazón.

Él me ayuda a desnudarme de miedos:
él me lo quita todo
me deja indefensa, temblando
y me colma con su magia.
Sale precipitado de su prepucio el amor.
Sleepless nights.
¿Quién va a querer dormir con su respiración caliente en la nuca?
Me sobran piernas, me falta lengua.
Intentamos - sumergidos en una enajenación desmedida -
romper las barreras físicas y ser
sólo deseo.
Por eso, nos consumen en las noches las lenguas de
fuego.
Y por la mañana, no somos más que miradas cansadas,
café con leche y manzana,
cuerpos desgastados,
regueros de agua.




"Hacíamos el amor con un virtuosismo desapegado..." 
                                                                       JULIO CORTÁZAR

Cuatro de Julio

L'Hiber o bien L'Haine de la Poésie
Crueldad sumisa la de las estaciones
que fluyen altaneras,
como los días dulzones sin tropiezos.
C'est curieux la vie...
Regresar al lugar de calma
tras la incineración.
El agua, el olor verde,
-ahora me mira una ardilla-
los pensamientos brotando furiosos
en el eterno caos
que estalla en el loco
cuando se deja ser.
Regreso a la mañana en la que me abrí,
sin temor,
a la lascivia de algún hombre.
¿Enamorada como una quinceañera
o una quinceañera enamorada?
Las noches de verano fruto
del delirio de Shakespeare.
Su boca abrupta, sus manos ásperas.
Hablar de la metafísica del Amor
con los ojos,
sin llegar a consumarlo...aún.
La vida, su risa.
Memorizarte para poder aventurarme
en ti sin necesidad de mapas.
Dejar el miedo para otra ocasión
y ser un ciudadano del S. XIX

Des soleils noirs - Gilberte Dallas


Les soleils noirs
Millions de soleils noirs
Girent  dans le ciel
S’abattent sur les paves
Éventrent les églises du Bon Dieu
Éventrent les hôpitaux
Éventrent les gares
Comme de visqueuses méduses
Éventrent les eaux des ports
Poussent dans les mains des homes
qui ont des mains
Poussent effroyables jouets
Dans les mains des enfants
Mille soleils de faims inassouvissables
Mille soleils de vertige et de doleur
Mille soleils de désespoir et de suicide
Mille soleils de mort lente et de mort
rapide
Mille soleils de Terre Éternelle
Mille soleils d’abnégation et de négation
Mille soleils de zéro
Mille millions de soleils de jamais
pour toujours