L'Hiber o bien L'Haine de la Poésie
Crueldad sumisa la de las estaciones
que fluyen altaneras,
como los días dulzones sin tropiezos.
C'est curieux la vie...
Regresar al lugar de calma
tras la incineración.
El agua, el olor verde,
-ahora me mira una ardilla-
los pensamientos brotando furiosos
en el eterno caos
que estalla en el loco
cuando se deja ser.
Regreso a la mañana en la que me abrí,
sin temor,
a la lascivia de algún hombre.
¿Enamorada como una quinceañera
o una quinceañera enamorada?
Las noches de verano fruto
del delirio de Shakespeare.
Su boca abrupta, sus manos ásperas.
Hablar de la metafísica del Amor
con los ojos,
sin llegar a consumarlo...aún.
La vida, su risa.
Memorizarte para poder aventurarme
en ti sin necesidad de mapas.
Dejar el miedo para otra ocasión
y ser un ciudadano del S. XIX
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