Perder delirios poéticos y embriagarse de amor.
Diamantes negros que no quieren mirar;
la cicatriz en la mejilla de un niño arrepentido;
títeres de seda publicitarios;
pastillas terribles que me anulan el arjé...
¿Seguiré siendo una mariposa? ¿Cuánto más?
No sé deletrear la palabra confianza,
sólo sé gemir y lamentarme,
mientras me adhiero a tu pecho
y memorizo tus lunares.
Pintura reseca del silencio.
¿Cómo explicarles que estoy muerta de miedo?
Arremeter con flores explosivas,
dinamitar figuras estériles
y luego...
Se congela la ciudad estática - insoportable ajetreo - .
No hay futuro para quien se ahoga
entre los conocimientos marchitos,
entre las líneas de metros.
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