Los vivos, los amantes, los rebeldes, los locos, los luchadores, los pasionales, los sensibles, los mágicos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Fragmentos de "Los detectives salvajes" de Roberto Bolaño

"He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral."

"[...]pese a mis infaustos recuerdos (o a la ausencia de recuerdos, para el caso tan infausta o más que la retención mnemotécnica de éstos) [...] últimamente he notado que el tiempo se pliega o se estira a su arbitrio."

"Pero la poesía (la verdadera poesía) es así: se deja presentir, se anuncia en el aire, como los terremotos que según dicen presienten algunos animales especialmente aptos para tal propósito."

"Hay momentos para recitar poesías y hay momentos para boxear."

"[...] todos los libros del mundo están esperando a que los lea."

"Según él, los actuales real visceralistas caminaban hacia atrás. ¿Cómo hacia atrás?, pregunté:
-De espaldas, mirando un punto pero alejándonos de él, en línea recta hacia lo desconocido.
Dije que me parecía perfecto caminar de esa manera, aunque en realidad no entendí nada. Bien pensado, es la peor forma de caminar."

"Tenía los ojos ardientes, como si estuviera a punto de iniciar una pelea o de echarse a llorar [...] vigilante como una diosa o como un ave de rapiña."

"[...] eyaculé sobre la hierba y las flores, supongo. [...] Y luego yo me levanté, sentía el cuerpo como si me lo estuvieran partiendo y sabía que si la decía que la quería el dolor se iba a ir de inmediato, pero no dije nada y revisé los rincones más alejados [...]"

"Pensé que no me reconocería. ¡Yo mismo, por momentos, no me reconozco!"

"[...] dijo que todos los poetas eran unos vagos pero que en la cama no estaban nada mal. Sobre todo si no tienen dinero [...]"

"El problema con la literatura, como con la vida, dice don Crispín, es que al final uno siempre termina volviéndose un cabrón."

"La Literatura no es inocente, eso lo sé yo desde que tenía quince años."

"Ellos me miraron y se sonrieron, los dos al mismo tiempo, pinches muchachos, somo si estuvieran conectados, no sé si me explico, nos extrañó [...] Chingados muchachos. Chingada juventud. Interconectados. Un escalofrío me recorrió el cuerpo."

"[...] un poeta se pierde en una ciudad al borde del colapso, el poeta no tiene dinero, ni amigos, ni nadie a quien acudir. Además, naturalmente, no tiene intención ni ganas de acudir a nadie. Durante varios días vaga por la ciudad o por el país, sin comer o comiendo desperdicios. Ya ni siquiera escribe. O escribe con la mente, es decir delira. Todo hace indicar que su muerte es inminente. Su desaparición, radical, la prefigura. Y sin embargo, dicho poeta no muere. ¿Cómo se salva? [...] la verdad es que ya no me acuerdo, pero pierda cuidado, el poeta no muere, se hunde, pero no muere."


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